En abril, llegamos a Debrecen (Hungría) con muchas ganas de aprender, conocer a gente y disfrutar, pero al mismo tiempo, el miedo nos invadía, ya que para la mayoría era la primera vez. Recuerdo nuestra llegada al camping como si fuera el primer día de colegio. Llegamos y no conocíamos a nadie, pero todos teníamos ilusión de empezar el proyecto.
Los primeros días fueron de iniciación en el tema del intercambio, haciendo actividades relacionadas con la xenofobia. A lo largo de los días la gente se iba fusionando, nos íbamos conociendo todos más y más, hasta acabar formando lo que al final fue una familia.
Durante los días de rodaje tuvimos ciertos imprevistos, pero supimos sobreponernos a ello trabajando en equipo. Lo mejor de toda la experiencia fue sin duda compartirla con gente de países tan distintos, acercarnos a su cultura y comprender mejor su contexto. Todos coincidimos es que aquellos 10 días en Debrecen son algo que nunca olvidaremos.
Celia
