Del 23 al 30 de Julio 2022, Alicia, Inés, Lian, Samuel y David participaron en el Intercambio juvenil Erasmus plus ‘Together to Thrive’ en Portugal. El proyecto ha reunido a jóvenes de diferentes culturas y orígenes para debatir y aprender sobre la equidad y la igualdad de género.
Inés y Alicia han querido compartir aquí sus impresiones sobre la experiencia.
Asistir como participante a un intercambio juvenil Erasmus plus me ha hecho ganar experiencias maravillosas como romper las barreras del lenguaje, convivir directamente con varias culturas de diferentes países a la vez y que se produzca una sinergia aprendiendo unas personas de otras.
No solo en el aspecto general de los temas del día a día sino que también al ser un proyecto que trata un tema en específico puedes aprender a profundizar en ese tema y llegar a conclusiones que si no llegas a salir de tu propio país no te habrías enfrentado a ellas nunca.
Por conclusión, la experiencia Erasmus plus ha sido un gran paso en mi vida y volvería a repetirla totalmente.
Alicia
Hace unas semanas, en un día como cualquier otro, recibí un correo de Brújula Intercultural donde me anunciaba que estaba dentro del equipo español para formar parte de un proyecto en Portugal. En ese momento no tenía ni idea de qué era un Youth Exchange o qué me podía encontrar, pero tampoco sabía que una de las mejores experiencias de mi vida estaba a la vuelta de la esquina, y salté al vacío.
Estaba llena de dudas, a saber dónde me metía, pero el trato tan cercano por parte de la asociación desde el principio me hizo sentir mucho más segura. En un abrir y cerrar de ojos me encontraba en Ponte de Lima, rodeada de 30 desconocidos de Holanda, Portugal, Hungría, Italia, Polonia y España… ¿Qué podría salir mal?
Me sorprendió muchísimo lo cómoda que me sentí al llegar, a pesar de todas las diferencias que tenía en mi cabeza todos teníamos algo en común: la pasión por conocer, compartir, mezclarnos y cambiar de perspectiva. A las horas, ya habíamos conectado con la mayoría de participantes, y a los dos días me pareció que formaba parte de una familia. Me pareció espectacular el entorno natural en el que nos encontramos, rodeados de naturaleza y animales. Este lugar nos ha acompañado en los ataques de risa, los bailes, los partidos de vóley, las rondas interminables de cartas y demás locuras presididas por Csenge; en definitiva ha creado vínculos irrompibles.
Entre todos trabajamos y hablamos sobre la igualdad de género, cómo se vive en cada país, y se creó una atmósfera muy especial de sororidad en la que podíamos compartir experiencias y ser nosotras mismas.
Ver a todos estos jóvenes dispuestos a debatir, comprometidos con la igualdad y con ganas de cambiar poco a poco la sociedad en la que viven me llenó de esperanza. En la última actividad, tuvimos la oportunidad de plasmar mediante el vídeo y la fotografía todo lo que habíamos aprendido y todo lo que nos removía por dentro de una forma creativa.
Este proyecto me ha ayudado a quitarme la venda de los ojos, a saber mirar más allá y sumergirme en otras realidades, a desdibujar las fronteras que tenía en mi cabeza. Sin dudarlo volvería a decir que sí, no puedo esperar a volver a formar parte de Erasmus+ para descubrir y aprender de otros países, culturas y seres humanos increíbles.
Inés
