Ganas de conocer gente y de aprender por el camino era lo que nos unía cuando nos conocimos en el aeropuerto a las 7 de la mañana. No nos habíamos visto nunca, pero 10 días después no queríamos ni pensar en despedirnos.
Y es que en esos 10 días reímos, jugamos, aprendimos, hicimos senderismo, recogimos basura, bailamos bailes pakistaníes y cocinamos tortilla de patatas para cuarenta personas. Tomamos la iniciativa, nos conocimos unos a otros, compartimos recuerdos y estuvimos en contacto con la naturaleza mientras descubríamos las costumbres y tradiciones de seis nuevos países. Debatimos al aire libre, aprendimos como llevar una vida «zero waste», contactamos con verdaderos ecologistas y muchísimo más.
Pero sobre todo hicimos amigos y nos hicimos amigos, formando una pequeñita familia de jóvenes en Eslovaquia que todavía no sabemos separar.
Este proyecto nos ha hecho a todos abrir un poco los ojos, reflejando para cada uno una realidad.
Raúl: El proyecto me ha abierto los ojos sobre la urgencia de tomar medidas para luchar contra el cambio climático, haciéndome reflexionar sobre la huella climática de mis hábitos e impulsándome a ser parte activa en la concienciación, especialmente en el panorama político.
Eva: Este ha sido mi primer proyecto y me ha ayudado mucho a cambiar mi forma de pensar hasta ahora con respecto al cambio climático. He descubierto hechos y realidades que la mayoría no conocemos y que te ayudan a concienciarte un poco más. Creo que la actividad individual de cada uno de nosotros es fundamental, empezando por mí misma.
Irina: El tema medioambiental siempre me ha interesado mucho, razón por la que apliqué a este proyecto. Me ha dado la oportunidad de expresar mi opinión y de escuchar nuevas ideas. Iniciar poco a poco, y entre todos, el cambio es tan necesario como urgente.
Luna: Este ha sido mi primer proyecto sobre este tema que siempre he considerado muy interesante, pero del que, sinceramente, no conocía mucho. El panorama actual es realmente preocupante y darlo a conocer es fundamental ahora mismo. Hemos aprendido mucho entre todos sobre el tema y creo que dentro de nosotros se queda un poco de la semilla del cambio.
Paula: Este fue el primer proyecto en el que participé, jamás hubiera imaginado que fuera a suponer tanto cambio en mi vida, pero lo hizo. Durante esos 10 días crecí mentalmente, aprendí que el cambio climático tiene mucho más impacto del que pensaba y tomé iniciativa propia en mi vida diaria para colaborar con el medio ambiente. Conecté con muchas personas que a primera hora fueron extraños y que más tarde se convirtieron en esenciales para mí, de ellas aprendí muchísimas cosas y me di cuenta de que abrirse a la sociedad no es tan difícil como pensaba.
El proyecto supuso tal cambio en nosotros y en nuestra perspectiva que quisimos compartir nuestra experiencia a través de la realización de una campaña de concienciación en nuestro entorno local. Algunos de nosotros pudimos realizar actividades de esta campaña de manera cooperativa, otros por desgracia, debido a la distancia que nos separa, la hicimos de manera individual. En cualquier caso, nos pusimos de acuerdo en un objetivo común; el de concienciar a nuestro entorno local más cercano sobre la importancia de llevar una vida más sostenible. Para ello realizamos charlas de concienciación con nuestros familiares y amigos, salimos con ellos a diferentes zonas de nuestras comunidades a realizar actividades de recogida de basura (a la par que se trataban temas importantes como el “zero waste”) y también realizamos actividades en algunos núcleos urbanos, donde nos juntamos para poder preguntar a los transeúntes qué importancia tiene para ellos la sostenibilidad, qué elementos podrían mejorarse en sus ciudades y qué podemos hacer a nivel individual para conseguirlo.
Todas estas acciones fueron muy bien acogidas en nuestras comunidades y entre nuestros amigos y familiares, por ello no queremos que esto quede aquí simplemente y seguiremos trabajando tanto de manera individual como conjunta para conseguir un planeta mejor.
Raúl, Eva, Irina, Luna, Paula