Karen ha participado en el proyecto “7 actions for climate change” co-financiado por el programa Erasmus + y coordinado por Rakonto Association. Desde el 31 de marzo hasta el 10 de abril, jóvenes de diferentes países europeos se han unido en Laroin (Pau, Francia) con el objetivo de comprender qué podemos hacer nosotros, como individuos, para tener el menor impacto posible sobre el medio ambiente.
«La primera pregunta que se lanzó fue: ¿sirve de algo actuar de forma individual? Muchos pensamos que no, que sin el apoyo del gobierno y las grandes industrias no podremos hacer nada. Cierto es. Pero, también es cierto que cada vez que consumimos sus productos o servicios estamos colaborando, apoyando y financiando la forma de producirlo. Y, te pregunto, ¿qué pasaría si todos dejamos de hacerlo?
Entonces, vemos como si actuamos de forma individual podremos conseguir un cambio global. Pero, ¿qué podemos hacer de forma individual? En eso ha consistido principalmente el proyecto “7 actions for climate change”. Durante el proyecto hemos visitado y participado en diferentes actividades locales, pero también hemos debatido e investigado sobre diferentes temas aplicados a nuestra experiencia y lugar de origen.
Uno de los proyectos locales que tuvimos la suerte de conocer fue Village Emmaüs Lescar-Pau . Una comunidad autosuficiente que no solo produce para ellos mismos sino que cuenta con una gran tienda de segunda mano, donde podrás encontrar lo que necesites para darle una segunda vida y a un precio muy muy económico. Podéis visitar la página web para entender más sobre la filosofía del lugar.
Otro de los proyectos locales en el que pudimos participar fue en un taller de bicis. Ahí pudimos desmontar una bici entera para poder ver la vida útil de sus piezas. Si bien es cierto que muchas veces a una bici se le puede romper algo que resulte más barato comprar una nueva que arreglarla. De ahí este proyecto, subvencionado en parte por el gobierno y por la gente que lo apoya, que fomenta arreglar antes de tirar. Se montan bicis con piezas de diferentes bicis, por lo que estás exprimiendo al máximo la utilidad de lo que todavía sí funciona. También fomenta el uso de la bici y lleva a cabo la visibilización de su importancia en centros educativos.
Por otra parte, el alcalde del pueblo nos recibe para contarnos más acerca del proyecto “La Prefass” de bioconstrucción que se está realizando en el centro de la localidad y que será un espacio público destinado para diferentes actividades como reuniones sociales y eventos, punto de venta para productos de cosecha locales y otro para fomentar la artesanía. Una de las cosas que más llamaba la atención es que planean hacer baños públicos que en vez de agua para tirar de la cadena emplea un sistema que se hace mediante la presión del aire, con la finalidad de almacenarlo y crear compost. Podéis encontrar más información sobre el proyecto aquí.
Ahora bien, como os comentábamos anteriormente, el resto de actividades de debate e investigación estaban enfocadas a las 7 cosas que puedes hacer de forma individual, para apoyar la lucha contra el cambio climático, así que aquí os las dejamos:
1. Usa menos el avión.
Cuando viajamos y siempre que podamos debemos evitar el uso del avión. Este tipo de desplazamiento se conoce como Slow-travel y ayuda a reducir enormemente la huella de carbono*. (Si no sabes lo que es la huella de carbono te lo explico más abajo).
Os pongo el ejemplo del equipo Portugués que participaron en el proyecto. Viajaron desde Aveiro a Pau (ciudad de Francia donde ha tenido lugar el proyecto). Realizando el viaje en tren y bus han emitido 41,2kg CO2 en la atmósfera. Sin embargo, si hubieran realizado el viaje en avión sus emisiones serían de 211,7 kg CO2. Por lo que, han ahorrado 170,5 kg CO2, lo que equivale a 156l de agua = 3 jeans= 12 camisetas = 10 comidas con carne o 138 comidas vegetarianas. Además, han visitado Salamanca y Bilbao en su trayecto.
2. Consume menos carne
¿Por qué consumir menos carne? Porque la industria de la carne es una de las que más contamina el planeta y además podemos obtener las mismas vitaminas y proteínas sin hacerlo. Al principio puede resultar complicado, pero seguro que te gustaría seguir viendo el mar lleno de corales y peces y nuestros espacios naturales sanos y limpios. Además, produciendo mucho menos, podríamos comer mucho más.
¿Sabías que la mayoría de la soja que plantamos es para alimentar animales, o que la famosa B12 viene de la tierra y primero la tiene que consumir el animal para que llegue a nuestro plato?
3. Consume menos cosas nuevas
Para que podamos consumir cosas nuevas, hay que producirlas lo que conlleva no solo un gran impacto en el medioambiente sino muchas personas trabajando en condiciones muy precarias, que no las querríamos para nadie a quién apreciamos. Para evitar comprar cosas nuevas como ropa, electrodomésticos, muebles o aparatos electrónicos siempre podemos preguntarnos antes ¿lo necesito o solo lo quiero?
¿Qué alternativas tengo?
- Intento arreglarlo antes de deshacerme de ello. A veces cuesta igual arreglarlo que comprar uno nuevo, sí. ¿Pero dónde va ese antiguo que ya no vamos a usar? ¿Dónde está todo el residuo que generamos?
- Antes de comprar algo nuevo, pienso si será de un solo uso o lo aprovecharé mucho más e incluso si lo puedo comprar de segunda mano.
- Vender aquello que ya no uso a alguien que sí le va a dar uso o compartirlo con alguien que lo necesite mientras tu no lo usas.
- Y si realmente ya no sirve, informarte de cómo y dónde pueden reciclar.
4. Limita el uso del coche
A veces el uso del coche es la alternativa más fácil y cómoda para ahorrar tiempo aunque también genera mucho estrés. Planear con anticipación puede ayudarte a encontrar posibilidades que, además de ser más económicas, te permitan disfrutar más del camino a tu trabajo o viaje.
5. Elige un banco ético
Seguramente has oído que tu banco está reduciendo su huella de carbono y reduciendo la cantidad de energía de sus edificios y sedes. También escuchamos que están financiando proyectos en la lucha para frenar el cambio climático: proyectos de energía eólica y solar o de plantar árboles para la reforestación de bosques. Sin embargo, estos bancos que coinciden con ser los más populares también invierten o financian más de 15-20 empresas de armamento y son uno de los que más financian la industria fósil o de perforación del Ártico. Mientras, invierten alrededor de un 0.05% en proyectos sostenibles para cuidar del planeta, el resto está destinado a la destrucción del mismo.
¿Qué podemos hacer? Informate sobre tu banco, no leas solo lo que ellos te quieren contar y no dejes que usen tu dinero para lo que no sigue tus principios ni apoye algo que solo te va a perjudicar. Busca otras opciones de bancos éticos y siempre infórmate bien antes, quizá requiera un esfuerzo, pero merecerá la pena.
6. Ahorra energía
Hay muchas formas de ahorrar energía. Probablemente, esto es uno de los puntos que más conocemos todos. Sabemos que hay que apagar los aparatos electrónicos que no estamos usando, o que tenemos que cerrar las ventanas si usamos el aire acondicionado o la calefacción (aunque siempre es mejor abrigarse o ponerse ropa más fresca). También sabemos que es mejor darse una ducha corta, tener bombillas led, aprovechar la luz del día, no abrir demasiado la nevera o cocinar más de una comida a la vez. Pero, ¿sabías que el streaming también consume mucha energía? Entonces, ¿para qué ver una película solos si la podemos ver en buena compañía y ahorrar energía? Y cuando estés cansado/a, apaga la tele, todos sabemos que no vas a ver esa peli.
7. Come local, de temporada y bio
Siempre que comemos local, de temporada y bio nos estamos asegurando que no se han empleado productos químicos tóxicos para nuestro cuerpo. ¿Cuál es el problema? Muchas veces vemos la etiqueta BIO en el supermercado y si el producto viene de Sudamérica por ejemplo, el impacto ambiental que tiene este producto es inmensamente mayor que si el producto viene de nuestra comarca, provincia o país.
Entonces, ¿qué puedo comer? Para ello, es importante saber cuáles son nuestros productos de temporada. Si conocemos cuáles son, nos estamos asegurando un producto de calidad y con buenos beneficios para nuestra salud. Muchas veces son productos que no estamos acostumbrados a consumir, pero eso te dará nuevas ideas para comer y en Internet podrás encontrar muchas recetas solo buscando el nombre del mismo.
No es necesario implementar todos estos cambios a la vez, pero sí ser conscientes de en qué podemos mejorar y saber cómo podemos hacerlo. No tienes por qué dejar de usar tu coche todos los días, pero puedes empezar evitando usarlo un par de días por semana. No tienes que dejar de comer carne por completo, pero puedes empezar a incorporar nuevas recetas sin carne ni pescado a tu dieta.
Todavía tenemos el privilegio de huir del estrés de la ciudad y disfrutar de la naturaleza. Ir a la playa o hacer una ruta por la montaña, hacer un picnic al aire libre, bañarnos en lagos o hacernos las fotos más impactantes de Instagram en el mar, en lo alto de una montaña o con animales. Para conservar lugares tan maravillosos como los que tenemos, hay que cuidarlos. ¿Qué mejor que empezar a cambiar pequeñas cositas por amor a lo que tenemos y todavía podemos preservar?.»
Karen