Comencé a escribir este resumen varias veces, pero debemos admitir que no es una tarea fácil. En junio de 2022, comenzó un gran cambio en mi vida cuando participé en la entrevista con la Asociación Brújula Intercultural y después de 3 semanas me mudé a España. Una maleta de 20 kilos y una mochila bien hecha. También me acompañaban ganas de aventura, coraje, interés y una gran dosis de curiosidad. Ahora que lo pienso, los sentimientos son tan frescos como si hubieran ocurrido hace unas semanas… Pero han pasado 7 meses desde entonces.
Qué intensos y memorables siete meses… Es difícil resumir sentimientos, experiencias y amistades en unas pocas frases, pero tengo que resumir mis experiencias un poco porque la primera mitad de mi voluntariado europeo ha acabado.
En el verano de 2022 decidí que quería hacer un año sabático, vivir en el extranjero y aprender español antes de terminar la Universidad. Una amiga mía me habló de la posibilidad del Voluntariado Europeo y el programa CES -ella también había participado anteriormente en el mismo programa-. Casi inmediatamente envié mi solicitud a la Asociación Brújula Intercultural, tuve mi entrevista en junio y en julio ya estaba en Burgos.
La verdad es que no hablaba bien el español, nunca había oído hablar de Burgos, nunca había pasado más de 3 semanas fuera de casa. Luego llegué a España y de alguna manera todo salió bien. En las primeras semanas todo era muy nuevo para mi, el ritmo de vida, las comidas, la siesta, el horario, las costumbres y el ambiente internacional. Durante este período la frase más escuchada fue “poco a poco” 😀
Mis compañeros de piso también son voluntarios. Gracias a ellos, aprendí a hacer tiramisú basado en una receta italiana real, aprendí algunas palabras en alemán y conocí el estilo de vida balcánico. Nos llevamos muy bien, pasamos mucho tiempo juntos y uno de los mejores momentos de mi semana es el brunch juntos el domingo por la mañana.
Tengo la suerte de formar parte del equipo de la Asociación Huerteco porque he hecho cosas en los últimos meses que antes nunca había pensado. Aprendí mucho sobre el medio ambiente, sobre las plantas, las gallinas castellanas, la educación medioambiental de los peques y la horticultura ecológica. Construí hotel de insectos, di un taller sobre egagrópilas, planté muchas semillas, hice crema de hierbas y curé abejas.
Huerteco tiene muchos proyectos diferentes conectados con la educación ambiental y también tenemos los proyectos de horticultura terapéutica. Trabajamos juntos con el Centro de Autismo de Burgos, Adacebur y Cocemfe. Estoy muy feliz de ser parte de estos proyectos ya que están relacionados con mis estudios. También trabajamos con personas autistas, con discapacidad y de la tercera edad. El propósito de las sesiones es el desarrollo de habilidades, el desarrollo de la motricidad fina, la cooperación y la estimulación sensorial.
¡La horticultura terapéutica es uno de mis proyectos favoritos de mi voluntariado!
Me llena de gran felicidad estar todos los días entre personas que creen en un objetivo común y trabajamos juntos para vivir en un mundo más verde y feliz.
Gracias a esta experiencia me volví más independiente y más tolerante, además mi conocimiento del español mejoró y conocí la cultura y las costumbres locales, hice amigos y pude tratar temas que podré utilizar en el futuro.
Estoy muy agradecida por los maravillosos momentos que puedo pasar con mis amigos y otros voluntarios, ya sea una conversación por la tarde, una fiesta o una excursión. Estos meses han volado rápido, estoy contenta de estar aquí, cada día aprendiendo más y más. Estoy muy agradecida por toda la experiencia y por este período excepcional e inolvidable.
Zsófi
