Desde el 18 al 26 de agosto de 2018, jóvenes de diferentes países de Europa se reunieron en el Intercambio Juvenil «Green Connection», que les ha ofrecido la oportunidad de vivir una experiencia de aprendizaje intercultural, compartiendo momentos de inclusión y llevando a cabo actividades relacionadas con la sostenibilidad ambiental, el respeto por la naturaleza, el deporte y el estilo de vida saludable. Fiorella, fue uno de nuestros participantes del grupo español, y esta es su experiencia.
El 18 de agosto comenzó mi estancia en el intercambio sociocultural en el que, para empezar, llegué un poco asustada pues era la primera vez que me alejaba tanto tiempo de mi familia, y además lo hice totalmente sola sin conocer a nadie. Además, Al principio creí que me iba a costar mucho más relacionarme con los demás, pero poco a poco empecé a hablar con los demás compañeros y me di cuenta de que ellos tenían más o menos los mismos miedos que yo, pero poco a poco íbamos perdiendo el miedo y relacionándonos más y ayudándonos en cualquier problema que teníamos.
El intercambio me ha parecido muy bueno por el hecho de que sin demasiado complejidad han conseguido que todos trabajáramos en equipo, compartiéramos nuestras costumbres y opiniones y que pasáramos un buenísimo rato juntos. Yo al principio pensaba que, al ser un grupo tan grande, la colaboración en equipo y la comunicación entre todos iba a ser muy complicada, pero en todas las actividades que hacíamos conseguíamos hablar con personas distintas y lo que es más importante, aprender a trabajar juntos y desenvolvernos con lo que teníamos.
Por otra parte, me ha encantado el pueblo en el que nos alojamos pues era un sitio muy bonito, tranquilo y refrescante que te permite alejarte por un tiempo del estrés s y de la contaminación que hay en las ciudades grandes. Asimismo, el paisaje era impresionante y los habitantes estaban muy concienciados con la causa ecológica como pudimos observar en su huerto comunal, lo que nos enseña y apoya a colaborar con el medio ambiente.
Una de las cosas que más me ha gustado de está experiencia ha sido el hecho de que todas las tareas que hacíamos tenían un significado y un sentido que puede que al principio nos diéramos cuenta, pero que al final del día lo notábamos y lo comentábamos en las reuniones grupales.
En general, ha sido una experiencia única que me hace crecer como persona, me abre las puertas a participar en más actividades de este tipo y por último me enseña un montón de cosas nuevas ya sea tanto de la ciudad de Burgos, de los países de mis compañeros o de mí, pues me ha permitido darme cuenta de aspectos en las que nuca me había fijado. Por esto y mucho más, recomiendo a todo el mundo participar una vez en su vida en una actividad como esta.
Por último, dar las gracias a la asociación Brújula intercultural por permitirme formar parte de reste proyecto, y también a las demás asociaciones colaboradoras que han permitido que aprendamos muchas cosas de una manera económica, sencilla y eficaz.
Fiorella Piriz Sapio