He decidido hacer esta experiencia en un momento de mi vida que me sentía perdido y no valorado por el mercado laboral en mi área de estudio, el medio ambiente. Además, no hice Erasmus en la universidad, por lo que era el momento ideal para salir de mi “confort zone” y averiguar qué otras oportunidades podía tener en mi futuro, así que acepté vivir con 3 voluntarios europeos más en Burgos y ayudar a una asociación vinculada al medio ambiente, la Asociación Huerteco en el proyecto «#GreenHandsBurgos» coordenado por la Asociación Brújula Intercultural.
Estoy muy feliz y agradecido por la cantidad de gente nueva y experiencias enriquecedoras que he tenido en tan poco tiempo, especialmente con mis compañeros de casa Yannick, Eli y Leonie.
Incluso con las restricciones de la pandemia, el voluntariado ha superado mis expectativas. Tuve mucho tiempo para viajar por el norte de España, desde San Sebastián hasta Galicia, para hacer senderismo, vermús y muchas borracheras…
Pero también aprendí mucho en mi asociación al cultivar mis verduras de forma sostenible y ecológica; haciendo las actividades de terapia hortícola y educación ambiental; al planificar y realizar con éxito un crowdfunding para construir un corral para las gallinas de la asociación y al editar vídeos para presentar en las escuelas, para sensibilizar las próximas generaciones a consumir menos productos derivados de animales y así ser más conscientes, saludables y sostenibles.
Tiago Simoes
