En 2019 acabe mis estudios, me había ido genial, había encontrado mi camino y había hecho grandes amigos en la universidad. Con el paso del tiempo y una vez fuera de esa burbuja universitaria, donde todo te le dan hecho, me pregunté ¿Y ahora que hago?
A nivel personal no lo estaba pasando muy bien. Cuando acabe yo seguía trabajando en un supermercado, trabajaba para pagar mis estudios pero aun habiendo acabado, era el único trabajo que tenia. Necesitaba una vía de escape, no me encontraba a nivel personal en ningún sitio.
Llevo 5 años colaborando con una ONG, y la verdad es que igual llevaba dos años sin ver a nadie, pero eso de que cuando te pierdes a veces es mejor volver atrás en las huellas que dejaste durante el camino, pues eso hice, decidí retomar ese contacto con ellos. Me pasaron información acerca del voluntariado europeo, del Cuerpo Europeo de Solidaridad, proyectos pagados por la Comisión Europea, con alojamiento, dinero de bolsillo, curso de idiomas. En fin sonaba tan suculento que al día siguiente investigué. Mi sorpresa fue que puedes incluso filtrar esos proyectos a los que más se adecuan, Comunicación, Cuidado de niños, Medio Ambiente…
Yo aposté por comunicación, con lo que me había costado la Universidad, por lo menos algo que me aportará algo o que yo pudiera aportar algo también.
Ha sido un proyecto maravilloso, ha sido de un año entero y te da la sensación de que llevas 3. He estado en Austria, un país maravilloso.
Tomé la decisión de irme en el peor momento y fue lo que necesitaba. Montañas, explanadas de césped verdes donde poder escuchar música, tomar el sol y reflexionar acerca de todo. Te sientes invencible, aunque ya sabes que no siempre es así, “hoy me como el mundo, el me comerá mañana”.
Hemos estado trabajando todo el año, hemos improvisado programas durante la pandemia, hemos formado parte del proyecto como uno más, yo venia de aprender a producir en una TV normal, esta TV es una tele Comunitaria, donde todos tienen voz, donde menos vender un producto puedes hacer lo que quieras, me parece importantísimo que estas compañías existan, no solo como altavoz, si no como también el soporte técnico profesional y la enseñanza audiovisual que se le dan a las personas que quieren participar. No depender de la publicidad de compañías tiene sus pros y sus contras. Pero la libertad que te da para que si alguien se quiere quejar de algo o quiere producir su propio contenido pueda hacerlo, no muchas compañías lo pueden hacer y Salzburgo tiene ese privilegio.
Con restricciones, hemos viajado a Múnich, hemos estado una semana en Venecia, hemos pasado varios días en Viena y el verano nos lo pasábamos subiéndonos a trenes y visitando todos los pueblos y ciudades posibles de Austria, en definitiva, un regalo. Yo de vez en cuando me quedaba mirando fijamente, por si parecían los 100101 de matrix.
He conocido a gente de Rusia, Turquía, Deutschland, Francia, Bosnia Herzegovina y de todas las edades. Estuve un poco reticente en los meetings que organiza la Comisión Europea, a veces esas cosas de dibujar o hacer piruetas yo ya no tengo la cabeza para esas cosas. Y aunque son un poco así, es imprescindible hacerlo. Estar sentado en la misma mesa con personas donde cada uno tiene sus normas, su cultura, su religión y que todos nos comunicáramos nos entendiéramos y nos lo pasarnos tan bien, es una sensación única.
No todo ha sido una fantasía, por el COVID no hemos podido finalizar el curso de alemán, las restricciones han hecho que la segunda parte del proyecto no pudiéramos viajar. No volvimos en Navidades a casa, no hemos tenido mucha vida social, ha estado todo o casi todo cerrado por el lockdown, ahora que me intento quedar, la verdad es que la situación no lo esta poniendo nada fácil, al igual que no lo va a ser volver a nuestras casas. Toca decir adiós sin una reunión final, sin ver a todo el equipo y sin poder despedirnos de nuestros amigos aquí. Esta claro que la situación es mundial y que hay que cuidarse mucho, no por ello esto opaca todo lo anterior, incluso con esto que nos esta pasando, ha sido el mejor año de mi vida, nunca se va a olvidar. Siendo tan jóvenes tengo claro que volveremos en un futuro a Austria, ahora las calles y los lugares nos recordaran a las personas y los buenos momentos que vivimos aquí. Todos los finales son los principios de algo. La vida es todo el rato decisiones que no sabes a donde te van a llevar, hay que ser valiente, desde luego nada te va a pasar sentado en el sofá.
Gracias Asociación Brújula, gracias a Akzente y a todo el equipo de FS1. Esto ha sido un regalo más, metemos lo aprendido en la mochila, y ahora lo que venga.
Álex Hernandez