Eva está realizando su voluntariado europeo de larga duración en Magea, una escuela de enseñanza alternativa. Lleva ya ocho meses y nos cuenta como está siendo para ella su experiencia:
«Hola, soy Eva y este es mi octavo mes en el proyecto «Youth EducACTION». Como estudiante entusiasta profundamente inmersa en el campo de la psicología, la educación y el trabajo social, siempre he buscado oportunidades para ampliar mis horizontes y profundizar en diversas culturas.
Mi pasión por explorar nuevos lugares me llevó a embarcarme en un viaje de voluntariado, impulsada por el deseo de mejorar mis conocimientos y sumergirme en un entorno diferente. A continuación reflexiono sobre mis experiencias, los conocimientos adquiridos y las lecciones aprendidas durante esta empresa.
Durante mi voluntariado en la escuela, sentí una inmensa alegría al trabajar directamente con los niños, cuyo entusiasmo y curiosidad resonaban profundamente con mi propio amor por el aprendizaje. Significó mucho para mí y fue realmente impresionante que pudiera establecer una fuerte conexión y entendimiento con los niños durante mis talleres, a pesar de no hablar español.
Sin embargo, más allá de este aspecto gratificante, mi experiencia general no estuvo a la altura de mis expectativas. A pesar de mi afán por adquirir nuevos conocimientos y habilidades, a menudo tenía la sensación de estar pisando terreno conocido, lo que me dejaba con una sensación de estancamiento. Además, el ambiente de la comunidad no me acogió tan bien como esperaba, lo que puso de manifiesto un desajuste entre mis expectativas y la realidad. Sin embargo, mi pasión por España perduró, alimentada por el deseo de seguir explorando su rico entramado cultural. El encanto de descubrir más de su belleza siguió siendo una fuerza motriz constante dentro de mí, eclipsando los contratiempos encontrados durante mi voluntariado.
Reflexionando sobre mi voluntariado, me he dado cuenta de la importancia de investigar a fondo antes de comprometerse con cualquier proyecto. Hacer preguntas que indaguen asegura la alineación con las aspiraciones y valores personales, transformando una oportunidad de voluntariado en una experiencia verdaderamente enriquecedora. A través de esta exploración, he descubierto cualidades ocultas en mí misma, lo que pone de relieve el poder transformador de salir de la zona de confort. Aceptar nuevas oportunidades, incluso cuando no se ajustan perfectamente a las expectativas, fomenta en última instancia el crecimiento y el desarrollo personales.
Al final, cada nueva experiencia sirve de catalizador para la evolución, independientemente de sus retos iniciales. Como dice el refrán, «Al final, una nueva experiencia siempre es una buena idea». Así que, dondequiera que te encuentres, esfuérzate por progresar y abraza el viaje del autodescubrimiento.
Eva